Cómo instalar porcelanico espesorado en jardines como un profesional
Descubre los secretos para una instalación duradera y estética de porcelánico de 20 mm en exteriores.
Introducción a la instalación de porcelánico espesorado
Transformar tu jardín en un espacio funcional y estéticamente impecable es más fácil que nunca gracias a materiales innovadores como el porcelánico espesorado. Sin embargo, para que el resultado sea duradero y profesional, es crucial conocer las claves de su montaje. Una mala preparación del terreno o un manejo incorrecto de las piezas puede arruinar por completo tu proyecto.
A continuación, te enseñamos paso a paso los secretos para colocar este material, desde la compactación del suelo hasta los acabados perfectos, evitando los errores más comunes para asegurar una instalación que resista el paso del tiempo.
¿Qué es y por qué elegir porcelánico de 20 mm para tu jardín?
El porcelánico espesorado, también conocido como porcelánico de 20 mm, es un tipo de baldosa de gres porcelánico con un grosor superior al estándar, diseñado específicamente para su uso en exteriores. Esta robustez le confiere unas propiedades excepcionales que lo convierten en la opción ideal para jardines, terrazas, caminos y zonas de piscina.
Sus ventajas van mucho más allá de la simple dureza:
- Resistencia extrema: Soporta el alto tránsito de personas, el peso de mobiliario de jardín, impactos accidentales y las condiciones climáticas más adversas, desde heladas intensas hasta el sol abrasador, sin agrietarse ni perder sus propiedades.
- Seguridad garantizada: La mayoría de los modelos cuentan con un acabado antideslizante (Clase 3 / R11), fundamental para evitar resbalones y caídas en zonas que puedan mojarse.
- Mantenimiento casi nulo: Gracias a su bajísima porosidad (inferior al 0,5%), no absorbe líquidos. Esto lo convierte en un escudo contra las manchas de aceite, vino o moho, y su limpieza es tan sencilla como usar agua a presión.
- Estética inalterable: A diferencia de la madera o la piedra natural, el color del porcelánico espesorado no se degrada con la exposición a los rayos UV, manteniendo su apariencia como el primer día durante años.
- Versatilidad de instalación: Como veremos, puede instalarse de múltiples formas: en seco sobre grava o césped, sobre plots regulables o de forma tradicional con adhesivo, adaptándose a cualquier necesidad.
La preparación del suelo: el paso clave para un acabado duradero
El error más grave y común es subestimar la base. Un terreno mal preparado es garantía de hundimientos, baldosas que "bailan" y roturas a medio plazo. Para asegurar la estabilidad, sigue estos pasos de forma meticulosa:
- Diseño y replanteo: Marca con estacas y cuerdas el área exacta donde vas a instalar el pavimento. Asegúrate de que las medidas y los ángulos son correctos.
- Excavación: Retira la capa superficial de tierra vegetal hasta una profundidad de unos 15-20 cm. Limpia la zona de raíces, piedras grandes y cualquier otro residuo.
- Instalación de malla geotextil (opcional pero recomendado): Colocar una malla geotextil en el fondo de la zanja evitará que la grava se mezcle con la tierra y frenará el crecimiento de malas hierbas.
- Capa de grava (base drenante): Rellena la zanja con una capa de 10-15 cm de grava. Esta capa es fundamental para el drenaje del agua y para dar estabilidad al conjunto. Extiéndela de manera uniforme.
- Compactación profesional: Este es el paso clave. Utiliza una plancha vibratoria o un pisón manual para compactar la grava hasta que quede una superficie dura y completamente estable. No te saltes este paso ni lo hagas de forma superficial.
- Lecho de arena o gravilla fina: Sobre la grava compactada, añade una capa de 3-5 cm de arena de río o gravilla fina. Esta capa final permitirá nivelar perfectamente la superficie y crear una "cama" uniforme donde asentar las baldosas. Vuelve a nivelar con una regla de aluminio larga para un acabado perfecto.
Métodos para instalar porcelanico espesorado: en seco, sobre plots o con adhesivo
Una de las grandes ventajas de este material es su flexibilidad. Dependiendo del uso y del tipo de terreno, puedes optar por diferentes sistemas de colocación.
1. Instalación en seco sobre grava, arena o césped
Es el método más popular para caminos de jardín y zonas de paso.
- Proceso: Una vez preparada y compactada la base de grava y arena, simplemente coloca las baldosas directamente sobre el lecho de arena.
- Consejo clave: Utiliza una maza de goma para asentar cada pieza, golpeando suavemente hasta que quede perfectamente nivelada con las demás. Usa crucetas de al menos 3-5 mm para mantener una separación uniforme.
2. Instalación sobre plots o pedestales (suelo técnico elevado)
Ideal para terrazas o patios donde se necesita crear una superficie completamente plana sobre un forjado con pendiente, o para ocultar tuberías e instalaciones debajo.
- Proceso: Los plots son soportes regulables en altura sobre los que se apoyan las esquinas de las baldosas. Esto crea un suelo flotante, permitiendo que el agua drene por debajo.
- Ventaja: Permite un acceso fácil a las instalaciones ocultas y garantiza un drenaje perfecto.
3. Instalación tradicional con adhesivo
Se utiliza cuando se quiere instalar sobre una solera de hormigón ya existente.
- Proceso: Se utiliza la técnica del doble encolado, aplicando un cemento cola flexible para exteriores (tipo C2TES1) tanto en la solera como en el reverso de la baldosa.
- Importante: La solera de hormigón debe tener las pendientes adecuadas para evacuar el agua y estar completamente limpia y curada.
Detalles finales: el rejuntado y el manejo de las piezas
Las juntas no son solo un detalle estético, son funcionales. Permiten la dilatación del material con los cambios de temperatura. Para el porcelánico de 20 mm, se recomienda una junta mínima de 3 a 5 mm.
- Para instalación en seco: Puedes rellenar las juntas con arena fina, gravilla decorativa o incluso dejar que el césped crezca entre ellas para un efecto más natural.
- Para instalación con adhesivo: Utiliza un mortero de juntas específico para exteriores, que sea flexible e impermeable.
Manejar el peso de estas piezas (que ronda los 17 kg por baldosa de 60x60 cm) requiere cuidado. Trabaja siempre con guantes y, si es posible, en pareja para levantar y colocar las baldosas, evitando así dañar las esquinas o sufrir lesiones. Con estos consejos, tu proyecto tendrá un acabado profesional y duradero.
Preguntas Frecuentes sobre la Instalación
La compactación es el paso más crucial para garantizar la estabilidad del pavimento. Un suelo mal compactado provocará hundimientos y desniveles con el tiempo, haciendo que las baldosas se muevan, se desalineen o incluso se partan. Una base de grava bien compactada es la garantía de un trabajo duradero.
No directamente. Para una instalación estable sobre césped, debes excavar el área, crear una base de grava y arena bien compactada, y luego asentar las baldosas. Esto asegura que no se hundan y proporciona un drenaje adecuado, evitando problemas de humedad.
Debes usar obligatoriamente un cemento cola flexible para exteriores, con clasificación C2TES1. La 'S1' indica que es deformable (flexible), lo que le permite absorber las dilataciones y contracciones del material por los cambios de temperatura sin que se agriete o se despegue.
Se recomienda una junta de dilatación mínima de 3 a 5 mm. Esta separación es fundamental para permitir que las baldosas se expandan y contraigan con el calor y el frío sin chocar entre sí, lo que evita que se levanten o se fisuren.
¿Preparado para transformar tu jardín?
Ahora que conoces todos los secretos, explora nuestra colección de porcelánico espesorado y encuentra el diseño perfecto para tu proyecto exterior.
Ver Colección de Porcelánico Espesorado »También puedes seguir leyendo